| EL HIERRO | SOCIEDAD
Domingo, 7 de Julio de 2013 a las 22:21 horas
La isla de El Hierro, unida en un solo grito: ¡Viva la Virgen, viva!
La Bajada de este año convoca a miles de personas, que acompañan a la Patrona desde la Dehesa hasta la Villa de Valverde con gran fervor religioso al son de chácaras y pitos
Bajo un sol resplandeciente y con una enorme devoción, que no mermó en ningún momento a lo largo de los casi treinta kilómetros del camino, el pueblo herreño acompañó este sábado a la Virgen de los Reyes desde el santuario de la Dehesa hasta la Villa de Valverde, en la tradicional Bajada, como sucede cada cuatro años desde 1741.
Este encuentro, aúna fe religiosa, respeto a las costumbres y, sobre todo, mucha emotividad para los herreños, muchos ellos venidos desde sus actuales lugares de residencia para la ocasión —más de mil coches llegaron al muelle en los últimos días—, y para las miles de personas que no quieren perderse un auténtico acontecimiento con características que no pueden encontrarse en ningún otro lugar del mundo.
Como manda la tradición y el Voto que se firmó en 1741 , la Virgen de Los Reyes salió de su morada en La Dehesa para recorrer los más de 28 kilómetros de camino que separan la ermita donde reside de la Iglesia de La Concepción de Valverde, donde permanecerá hasta que regrese el próximo 3 de agosto.
La Bajada comenzó en la ermita de La Dehesa a las cinco de la mañana con una misa oficiada por el vicario general Antonio Pérez Morales, y con la Venia del pueblo de Sabinosa a la Virgen. La patrona partió sobre las seis de la mañana de su santuario acompañada por cuatro pastores que hicieron entrega de la imagen a los tres alcaldes herreños y al presidente del Cabildo insular entre los gritos de «¡Viva la Virgen, viva!».
Las autoridades trasladaron en silencio a la Virgen hasta la Piedra del Regidor donde fue depositada hasta que se aclaró el camino con los primeros rayos del amanecer. A partir de ese momento, se inició el recorrido de más de 28 kilómetros que congregó a miles de personas y a las distintas agrupaciones de bailarines, con sus tradicionales pitos, chácaras y tambores.
La primera parte del recorrido hasta la Cruz de los Reyes se desarrolló a un ritmo elevado, tanto, que se llegó con 45 minutos de antelación a la hora prevista. La voluntad de los cargadores era la de llegar con tiempo para que el sol no afectase tanto a los peregrinos.
Los encuentros en las rayas pudieron esta vez producirse sin incidentes de consideración —más allá de algunos pitos en la Raya del Cepón—, y ya a última hora del día, a las 22.49, por fin la Virgen llegó entre pitos a Valverde, donde fue recibida por el alcalde, Juan Manuel García Casañas. ABC.es-Canarias